Son muchas las razones por las que una empresa debe invertir en tecnologías que garanticen plan de continuidad operacional. Conoce claves para implementarla.
Lo que parece ser una simple pausa, puede ser una gran pérdida. En muchas industrias donde las operaciones no pueden (ni deben) frenarse, el plan de continuidad operacional aparece como la llave fundamental para evitar consecuencias que pueden derivar en graves problemáticas futuras.
Ya sea por desastres naturales, fallas mecánicas o accidentes de diversos tipos, las empresas se ven expuestas a una inactividad que le puede ocasionar grandes dolores de cabeza.
Para implementar soluciones que garanticen un buen plan de continuidad operacional es clave encontrar un socio tecnológico que sea capaz de diseñar un plan de acción que mantenga la infraestructura TI, información y aplicaciones siempre disponibles.
En caso de ocurrir una falla o imprevisto, tener una estrategia exitosa de continuidad operacional hará que la restauración de sus servicios sea ejecutada en el menor tiempo posible y, por ende, las pérdidas de información, dinero y confiabilidad en sus clientes sea lo más mínima posible.
Una interrupción operativa detiene la entrega de servicios de las empresas y muchas veces esto ocurre porque sus equipos de trabajo no tienen el core de su negocio en la tecnología. En 2023, el secuestro de datos a nivel global sumó un total de 317 millones de ataques, según Mordor Intelligence, provocando así un crecimiento en el segmento del mercado de la continuidad operacional.
Si lo que buscas es reducir el tiempo de recuperación ante un ciberataque o error operativo, descubre a continuación 3 que asegurarán la continuidad operativa en tu negocio.
Ante un incidente, sea operativo o producto de un ataque cibernético, uno de los pasos fundamentales para asegurar la continuidad operacional es prever un plan que ayude a la compañía a levantar sus servicios en el menor tiempo posible; o bien, mantenerse operativa tras un desastre natural como fue el caso del terremoto de Chile en 2010.
Luego del famoso 27 F, las empresas grandes chilenas han llevado a cabo planes de recuperación con tecnologías que las ayuden a continuar operando incluso ante desastres naturales o de seguridad. Según IDC Chile, luego de aquel terremoto los servicios de Business Continuity crecieron 6,5% desde 2011 a 2012.
La redundancia en la disponibilidad de los centros de datos se ha convertido en un pilar fundamental para asegurar el funcionamiento del plan de continuidad operacional de las empresas en el ámbito digital actual. Este enfoque consiste en implementar sistemas duplicados como suministros de energía, sistemas de enfriamiento, generadores y configuraciones de red para continuar operando incluso ante un corte de servicio, fallas de hardware o escasez de energía.
Entre sus distintas tecnologías, una de las más utilizadas respecto a la redundancia son los sistemas RAID (redundant array of independent disks), que consiste en distribuir datos en unidades que se clasifican por niveles según su redundancia y rendimientos requeridos. Además de minimizar fallas, los administradores TI pueden mejorar la velocidad y aumentar su capacidad de almacenamiento.
La revisión periódica de los elementos que componen el sistema de continuidad operacional posibilitará la viabilidad en el tiempo del mismo, dice la SUCESO en su sitio web. Monitorear las plataformas de trabajo para detectar posibles riesgos durante la operación diaria es una estrategia clave para garantizar la continuidad operativa.
En relación con la gestión de riesgos, implica la elaboración y validación de planes de continuidad del negocio (BCP) que aseguren la capacidad de su organización para responder y recuperarse de potenciales amenazas lo más rápido y eficiente que sea posible. Según Deloitte, cerca del 50% de las organizaciones que experimentan un desastre sin contar previamente con un efectivo plan de continuidad quedan fuera del mercado en el transcurso de los siguientes 12 meses.
Se entiende por plan de continuidad operacional a la capacidad de una empresa de mantener funcionando su sistema de trabajo (operativo, fabril, logístico, administrativo) luego de sufrir un incidente o interrupción de cualquier tipo. Debido a la transición de lo analógico hacia lo digital de los últimos años, garantizar la continuidad operativa es fundamental para las empresas que buscan robustecerse en un mercado tan dinámico y competitivo.
En Chile, la continuidad operacional se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas, especialmente en el contexto de la creciente digitalización y las amenazas cibernéticas. Según un informe de IDC, se espera que para 2024 las inversiones en TI de las organizaciones chilenas crezcan un 11% en comparación con 2023.
Las empresas que implementen un plan de continuidad operacional en su trabajo se verán beneficiadas por tres tipos de ventajas:
En ese sentido, EDAPI fue un gran socio tecnológico para un gran número de empresas que, durante la pandemia de COVID-19, vio interrumpidas sus operaciones. El respaldo de la empresa fue clave para la adaptación e implementación de nuevas tecnologías y recursos necesarios para retomar sus operaciones bajo un escenario mundial escabroso.
Su estrategia logró sostener la mantención de equipamiento crítico para la continuidad operativa en industrias como las telecomunicaciones, donde se atendió a nivel nacional y se trabajó de forma constante en el buen funcionamiento de sus principales Data Center chilenos. Otro sector en donde EDAPI tuvo la posibilidad de trabajar fue en la salud, principalmente en la seguridad de software y equipamiento.
En EDAPI ayudamos a las empresas a asegurar la disponibilidad de su infraestructura TI a través de nuestros servicios de Continuidad Operativa. ¿Cómo lo logramos? Mediante medidas preventivas para disminuir incidentes y soluciones correctivas. Si quisieras conocer más, completa el formulario sin compromiso y nos contactaremos.